Dr. Ryke Geerd Hamer |
El Dr. Ryke Geerd
Hamer nació en 1935 en Frisia (Alemania),
estudió medicina y teología en la Universidad de Tübingen. A la edad de 22
años, completó su título de maestro en teología y cuatro años después, recibió
su licencia profesional de doctor en medicina. Los años siguientes ejerció en
diferentes clínicas universitarias en Alemania.
En 1972 el Dr. Hamer completó su
especialización en medicina interna y comenzó a trabajar en la Clínica
Universitaria de Tübingen como internista a cargo de pacientes con cáncer. Al
mismo tiempo, ejerció práctica médica privada con su esposa la Dra.
Sigrid Hamer, a quien había conocido durante sus estudios en Tübingen.
En Agosto 18 de 1978, estando en Roma, los Hamer recibieron la traumática
noticia de que su hijo Dirk había sido accidentalmente herido de bala por el
Príncipe Italiano Víctor Emmanuel de Saboya. El 7 de Diciembre de 1978, Dirk
sucumbió a las heridas y murió en los brazos de su padre.
Poco tiempo después de la muerte de Dirk,
el Dr. Hamer fue diagnosticado de cáncer testicular. Debido a que él nunca
había estado seriamente enfermo, postuló que el desarrollo de su cáncer podría
estar directamente relacionado con la pérdida inesperada de su hijo. De hecho,
eventualmente él llamó a este choque inesperado un SDH
ó ”Síndrome de Dirk Hamer“
en honor a su hijo Dirk.
La muerte de Dirk y su propia experiencia
con el cáncer llevaron al Dr. Hamer a un viaje científico extraordinario. En
aquel tiempo siendo internista en jefe de una clínica oncológica en la
Universidad de Munich, comenzó a investigar las historias de sus pacientes con
cáncer y pronto aprendió que, como él, todos ellos habían experimentado un
choque inesperado de algún tipo. Pero llevó su investigación mucho más lejos.
Siguiendo la hipótesis de que todos los procesos corporales son controlados desde el cerebro,
él analizó los escáneres cerebrales de sus pacientes y los comparó con los
registros médicos y psicológicos correspondientes. Para su asombro, encontró
una clara correlación entre ciertos ”choques de conflicto“,
cómo se manifiestan estos choques en el órgano y cómo todos estos procesos
están conectados al cerebro. Hasta entonces, ningún estudio había investigado
el origen de la enfermedad en el cerebro ni el papel del cerebro como mediador
entre la psique y el órgano enfermo.
El Dr. Hamer descubrió que cada
enfermedad se origina por un choque ó trauma que nos toma completamente por
sorpresa. En el momento que el conflicto inesperado ocurre, el choque impacta
un área específica en el cerebro causando una lesión (más tarde llamada Foco de Hamer),
visible en un escáner cerebral como un grupo de anillos
concéntricos nítidos. Las células
cerebrales que reciben el impacto envían una señal bioquímica a las células del
cuerpo correspondientes provocando el crecimiento de un tumor, la necrosis de
un tejido o la pérdida funcional, dependiendo qué capa del cerebro recibe el
choque. La razón de porque conflictos específicos están irrefutablemente unidos
a áreas específicas del cerebro es que, a través de nuestra evolución
histórica, cada área del cerebro fue programada para responder de manera
instantánea a conflictos que pudieran amenazar nuestra supervivencia. Mientras
el tallo cerebral (la parte más
antigua de nuestro cerebro) esta programada con cuestiones básicas de
supervivencia como respiración, reproducción y alimentación, el cerebro (la parte más
nueva) está más relacionada con temas de tipo social y territorial. El Dr.
Hamer también descubrió que cada enfermedad progresa a través de dos fases: primero, una fase activa del conflicto,
caracterizada por estrés emocional, extremidades frías, falta de apetito, falta
de sueño, y posteriormente, en caso de resolver el conflicto, una fase de curación.
Este es el periodo en el que la psique, el cerebro y el órgano correspondiente
entran en la fase de recuperación, frecuentemente un proceso difícil, marcado
por fatiga, fiebre, inflamación, infección, y dolor.
El Dr. Hamer llamó a sus descubrimientos
”Las Cinco Leyes Biológicas de la Nueva Medicina“,
ya que su investigación esta completamente acorde a las leyes naturales de la Embriología
y a la lógica de la evolución. A través de los años, el Dr. Hamer ha sido capaz
de confirmar sus descubrimientos con más de 40,000 estudios de caso. El
resultado de este trabajo científico es la creación de un diagrama
”Psique-Cerebro-Órgano“ que señala la enfermedad, el contenido del conflicto biológico
que la causa, el sitio en el escáner cerebral
donde la lesión correspondiente puede ser observada, cómo se manifiesta esa
enfermedad en la fase activa del conflicto, y qué se debe esperar en la fase de curación
(publicaciones).
La investigación del Dr. Hamer cambia
radicalmente las muchas teorías existentes de la medicina convencional. Su
explicación de la enfermedad como una interacción significativa entre la
psique, el cerebro y el órgano correspondiente refuta la visión de que la
enfermedad ocurre por azar o como resultado de un error de la Naturaleza.
Basado en criterios científicos probados, la Nueva Medicina Germánica rompe con
los mitos de las células cancerígenas
malignas o de los microbios destructivos e
identifica a las "enfermedades infecciosas" así como a los tumores
cancerosos como medidas naturales de emergencia biológica practicadas por
millones de años y diseñadas para salvar al organismo, y no para destruirlo
como nos fue enseñado. Enfermedades tales como el cáncer pierden su imagen
amenazadora y son reconocidas como programas especiales significativos de supervivencia
biológica con los que cada ser humano nace.
En Octubre de 1981, el Dr. Hamer presentó
su investigación a la Universidad de Tübingen
como tesis pos-doctoral. El objetivo era tener probados sus descubrimientos en
casos equivalentes para que la Nueva Medicina Germánica pudiera ser enseñada a
todos los estudiantes de medicina y los pacientes pudieran beneficiarse de los descubrimientos
lo antes posible. Para su gran sorpresa, el comité de la Universidad rechazó su
trabajo y rehusó evaluar su tesis, un caso sin precedentes en la historia de
las universidades. Más aún había otra sorpresa. Poco después de haber entregado
su tesis, al Dr. Hamer le fue dado un ultimátum, renegar de sus descubrimientos
o no ver renovado su contrato. Fue extremadamente difícil para él entender por
qué estaba siendo expulsado de la clínica al presentar descubrimientos
científicos bien fundamentados. Después de darle de baja, se retiró a su
práctica privada donde continuó la investigación. Varios intentos de abrir una
clínica privada fallaron debido a esfuerzos concertados para oponérsele. Cartas
de los pacientes del Dr. Hamer dirigidas a las autoridades de salud
permanecieron sin respuesta o fueron regresadas con el comentario: ”¡No
aplicable!“.
En 1985, después de 29 años de matrimonio
y de ver por cuatro niños, Sigrid Hamer fallece. Ella nunca se recuperó del
pesar por la muerte de su hijo y de la persistente intimidación de la
familia de Saboya.
El hostigamiento
al Dr. Hamer culminó in 1986, cuando una sentencia de la corte le prohibió
continuar la practica de la medicina. A pesar del hecho de que su trabajo
científico nunca fue desaprobado, perdió su licencia médica a la edad de 51
años, debido a que se rehusó a renunciar a sus descubrimientos sobre el origen
del cáncer y a regirse por los principios de la medicina oficial. Privado de
una licencia médica, el Dr. Hamer dependía ahora de otros doctores para obtener
escáneres cerebrales y registros médicos de pacientes. Pero estaba determinado
a continuar su trabajo. Para 1987 ya había analizado más de 10,000 casos y fue
capaz de expandir su descubrimiento de las Cinco Leyes Biológicas de la Nueva Medicina Germánica
a prácticamente todas las enfermedades conocidas en la medicina. Mientras tanto
la prensa y la medicina establecida no pararon de atacar su trabajo.
Periodistas y médicos ”expertos“ retrataban al Dr. Hamer como charlatán,
sanador milagroso autoproclamado, líder de culto, o criminal demente quien
negaba a los pacientes con cáncer los tratamientos
convencionales ‘salva vidas’. Hubo aún,
solicitudes para evaluar su condición mental por parte de psiquiatras elegidos
por la corte.
En 1997 el Dr.
Hamer fue arrestado y sentenciado a 19 meses en prisión por haber proporcionado
a tres personas información médica sin tener licencia médica. En contraste,
trece años después de haber asesinado a Dirk Hamer, en 1991 Víctor Emmanuel de
Saboya había sido sentenciado a solo 6 meses de audiencias por la posesión
ilegal de un arma. Cuando el Dr. Hamer fue arrestado, la policía buscó sus
archivos de pacientes. Subsecuentemente, un fiscal se vio forzado a admitir
durante el juicio que, después de 5 años, 6,000 de 6,500 pacientes casi todos
con cáncer ‘terminal’ estaban aún vivos. Y así, irónicamente, fueron sus
oponentes los que proveyeron las estadísticas actuales probando el notable
índice de éxito de la Nueva Medicina Germánica. Todavía, hasta hoy en día, la Universidad de Tübingen
rehúsa probar el trabajo científico del Dr. Hamer a pesar de dos órdenes de la
corte en 1986 y 1994. De igual manera, la medicina oficial rehúsa aprobar la
Nueva Medicina Germánica a pesar de las numerosas verificaciones tanto por parte
de médicos como de asociaciones profesionales (verificaciones).
El 9 de Septiembre del 2004 el Dr. Hamer fue arrestado
en su casa en España…. y después
de un año y medio en la prisión francesa de Fleury Merogis, el Dr. Hamer
fue finalmente liberado en Febrero del 2006.
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